¡Hola! Es un gusto presentarle un nuevo episodio de nuestra serie “Diario de un Costarricense del 2033”.
Hoy: “El día que la ciudad nos devoró”
Las tensiones latentes amenazan a plazo el modelo económico sobre el cual el país ha basado su crecimiento desde los años 1980. Por un lado, reaparecen patrones que recuerdan la situación de aquella época – y la crisis del 1980-82, ya sean la inestabilidad geopolítica de Nicaragua o el fenómeno de migraciones de las zonas rurales hacia la ciudad. Por otro lado, existen fenómenos nuevos, como la globalización, qué ha generado oportunidades y desigualdades.
América Latina es el continente más urbanizado del planeta y Costa Rica no se sale de esta tendencia. Los centros urbanísticos son a la vez un caldo de producción y de creatividad, y al mismo tiempo una presión para las zonas rurales de las cuales se alimentan ya sea a nivel de población o literalmente de alimentos. La aceleración de este movimiento también tiene impacto a nivel societal, con una demografía urbana que se reduce fuertemente, en particular contra la rural, lo cual mecánicamente tendrá consecuencias sobre el modelo de pensiones de reparto.
Tratemos de proyectarnos.
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Espero le guste la historia, y de antemano agradezco sus comentarios.
Gracias, y hasta la próxima!
Gilles Maury
